Por Orlando Pimentel
Hay días que pasan desapercibidos, y hay noches que se quedan. Así fue el Jueves de TBT Romántico por TropicalNewYork.net, producido por el maestro de los sentimientos en audio, Manny Valenzuela. Y lo que se vivió no fue solo una programación: fue un fenómeno colectivo de emociones, recuerdos y declaraciones inesperadas que marcaron la jornada.
La primera en ponerle nombre al impacto fue Betania Alcántara, quien al amanecer escribió en el grupo de TropicalNewYorkRadio una frase que se ha vuelto emblema:
“Esa programación estuvo de ataque.”
Con esas pocas palabras lo dijo todo. Y como bien señaló, esa una frase de la Maestra”.
Alberto Ozuna, conmovido por la selección musical, no pudo contener su entusiasmo y comentó: “¡Qué locura de noche! No sabía si llorar o dedicar.”
Rosel Arnau, amante de la música, expresó: esta “noche es de esas que uno no quiere que terminen. Manny rompió todos los esquemas.” “Esa estación es otra liga, hermano. No hay más que buscar.”
Marcos Morillo, simplemente dejó en el aire su reacción como si hablara al oído de la nostalgia: “Susurro… susurro… cada canción era un suspiro que llegaba al alma.”
Robert Pérez, con la claridad de quien reconoce el talento, afirmó: “Ese men sabe lo que hace.”
Un elogio directo a Manny Valenzuela y su impresionante capacidad para conectar con la emoción del oyente. Jesmin Quepi y Minerva Doñe, en una especie de dúo sentimental, coincidieron en su apreciación:
“Fue una combinación perfecta… cada tema tenía un mensaje, una historia, un pedazo de vida.”
César Encarnación, conocido por no tomar ni en celebraciones, sorprendió a todos con su comentario: “Yo no bebo, pero dame un vaso que con esos temas me doy un trago como si fuera romo del bueno.” Y todos entendimos que había sido tocado por la magia de la noche.
Y como broche de oro, Miñoso, nuestro querido chofer y terapeuta, se quitó los lentes oscuros, y pregunto “Mi hermano, ¿pero de dónde es esa emisora que pone música como si conociera tu historia?”
La respuesta que le di fue simple: esa emisora es de todos nosotros. De los que sentimos. De los que recordamos. De los que aún creemos que una canción bien colocada puede curar, enamorar o despertar.
Gracias, Manny Valenzuela, por hacernos vivir un jueves de TBT como los de antes… o quizás como ninguno de antes. Porque sí, como dijo Betania…
“Esa programación estuvo de ataque.” Y no hay forma más honesta de decirlo.
