
En un emotivo y poderoso encuentro espiritual transmitido por la emisora Semillas de Fe, la destacada mensajera del Evangelio, Nelly Tavarez, ofreció una enseñanza inolvidable sobre la vida y el carácter del apóstol Juan, en su programa “Devocionales”.
A través de palabras cargadas de sabiduría, la predicadora elevó alabanzas y gratitud al Señor, recordando que no es casualidad que cada oyente esté conectado. “Es propósito divino”, afirmó con convicción. Desde este espacio, la sierva del Altísimo ofreció una profunda reflexión sobre uno de los pilares del cristianismo primitivo: el apóstol Juan, conocido por muchos como el apóstol del amor.
“El apóstol Juan no fue simplemente un escritor del Nuevo Testamento, fue un hombre transformado por Cristo”, aseguró la vocera de la Palabra. Juan, quien escribió un evangelio, tres epístolas y el libro del Apocalipsis, fue presentado como un ejemplo viviente de lo que ocurre cuando el ser humano se rinde verdaderamente al Espíritu Santo.
“Juan envejeció bien”, afirmó con énfasis la guía espiritual, destacando cómo sus debilidades se convirtieron en fortalezas bajo el dominio del Espíritu. Inicialmente impulsivo, intolerante y ambicioso, Juan terminó su vida siendo un hombre tierno, equilibrado y apasionado por la verdad. “Ese mismo cambio es posible para ti y para mí”, motivó la expositora, invitando a la audiencia a dejarse moldear por Dios.
La comunicadora de la fe resaltó que el mensaje central de Juan fue siempre el amor: el amor de Cristo por Su Iglesia, el amor entre creyentes y el amor que debe distinguirnos como seguidores del Señor. “Pero ese amor no anuló su pasión por la verdad”, puntualizó, explicando que Juan escribía en términos absolutos: luz o tinieblas, obediencia o desobediencia, verdad o error.
En una de las frases más impactantes de devocionales, la inspiradora voz afirmó:
“Juan es un ejemplo formidable de lo que nos puede ocurrir cuando crecemos en Cristo, dejando que la fuerza del Señor se perfeccione en nuestra debilidad.”
El segmento cerró con una poderosa exhortación a vivir una vida marcada por la justicia y la verdad. “La justicia, no el pecado, debe ser el principio dominante del creyente”, sentenció la proclamo Nelly Tavarez.
Este programa de devocionales no solo alimentó el alma, sino que también llamó al autoanálisis, al crecimiento personal y a la transformación profunda. Así es como, día tras día, Semillas de Fe y la voz ungida de su sierva edifican a miles, sembrando esperanza en cada corazón que escucha.