Por Orlando Pimentel.-
En su más reciente entrega del programa “Devocionales”, la evangelista Nelly Tavarez ofreció una profunda reflexión sobre el verdadero sentido del liderazgo cristiano, destacando que la clave de un liderazgo eficaz es la sensibilidad, la accesibilidad y el amor.
«Esto no se acaba hasta que se acaba, y vamos a entrar de inmediato en materia», comenzó diciendo con su característico entusiasmo. El tema central giró en torno a los líderes que transforman desde el amor y no desde la imposición. “Un líder eficaz no es un dictador. Es alguien sensible, accesible, con inteligencia emocional”, afirmó.
Durante su intervención, Nelly identificó dos errores silenciosos que están causando heridas en las iglesias y provocando que muchos se alejen: la falta de sensibilidad y la inaccesibilidad de los líderes. “No te hablo de hacerte de la vista gorda ante los errores, pero ¿sabes qué abunda hoy en día en las iglesias? Gente que corrige con dureza, como si nunca hubiesen fallado”, advirtió.
Citando a Jesús, recordó el momento en que le preguntó a Pedro tres veces si lo amaba, enfatizando que la mayor demostración de amor hacia Dios es «apacentar sus ovejas», es decir, cuidarlas, alimentarlas y amarlas. «Un líder que no opera desde el amor no es sensible. Y sin sensibilidad no hay restauración», explicó.
Tavarez narró varios casos reales para ilustrar su mensaje, entre ellos el de una joven que fue expulsada de su iglesia tras quedar embarazada, a pesar de estar arrepentida. “¿Qué vamos a hacer con los que fallan? ¿Botarlos todos? Jesús no desechó a Pedro cuando lo negó. Lo restauró. Ese es el papel que nos dejó”, sentenció.
Además, habló de cómo el liderazgo basado en la inaccesibilidad genera problemas internos, temores y malentendidos. “Cuando el líder no está presente, la gente inventa películas que terminan siendo una serie. Y todo por no tener acceso a una conversación clara”, dijo.
Para Nelly, un líder verdaderamente eficaz debe tener una visión clara, carácter firme, pero sobre todo un corazón empático. “Dios no nos puso en liderazgo para destruir a nadie, sino para restaurar. No es cuidar la imagen de la iglesia a costa del alma de las personas. Es cuidar el alma para que la iglesia sea sana”, agregó.
Concluyó su intervención con un llamado urgente: “No dejes a tus soldados caídos en el piso. La sensibilidad no es debilidad, es un don de Dios. La disciplina con amor no humilla, levanta”.
El programa fue transmitido por Facebook y YouTube, donde cientos de personas se conectaron y compartieron sus impresiones en tiempo real, destacando la fuerza del mensaje. “Esto está poderoso”, comentó una seguidora. Y ciertamente lo fue.
Con palabras firmes pero llenas de amor, Nelly Tavarez recordó que liderar en Cristo no es mandar, es servir. No es señalar, es sanar. Y no es imponer, es amar.
