Héctor Guzmán: El estratega que unió fuerzas y consolidó el triunfo de Omar Fernández

Por Ramón  Grullón

En el complejo tablero de la política dominicana, hay figuras que no necesitan ocupar los primeros planos para demostrar su grandeza. Una de ellas es Héctor Guzmán, vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y secretario de Relaciones Interpartidarias de esa organización. Con una vasta experiencia en estrategias y campañas electorales, Guzmán ha construido una carrera marcada por la conciliación, la inteligencia táctica y el arte de unir lo que muchos creen irreconciliable.

Durante las elecciones del 2024, su capacidad estratégica quedó una vez más en evidencia. Fue una de las piezas fundamentales en el inesperado y contundente triunfo de Omar Fernández como senador del Distrito Nacional, logrando atraer el apoyo de simpatizantes tanto del PRM como del PRD muchos de ellos inclinados a votar por Luis Abinader en la presidencial para respaldar al joven candidato de la Fuerza del Pueblo.

Este logro no fue producto del azar. Guzmán fue parte del equipo que  diseñó una estrategia inteligente, de contacto directo, centrada en escuchar a los sectores organizados de la capital. Su plan no solo convenció a votantes indecisos, sino que despertó simpatías en sectores tradicionalmente alejados del leonelismo. Como parte del equipo estratégico de la senaduría, Guzmán no solo sumó, sino que tejió puentes donde había muros.

Su capacidad de desprendimiento quedó patente cuando, ocupando el tercer lugar en la boleta senatorial por el PRD, fue el primero en ceder su espacio para que Omar Fernández encabezara la candidatura unitaria opositora en el Distrito Nacional. Fue un gesto de madurez política que demostró su vocación democrática y su firme creencia en la renovación política. A pesar de ser un veterano con décadas de trayectoria, Guzmán se comportó como un hombre moderno, dispuesto a apostar por el talento joven sin renunciar a sus principios.

En la mesa de la alianza Rescate RD  integrada por el PLD, la Fuerza del Pueblo y el PRD Guzmán jugó otro rol clave: salvó la dignidad de los partidos opositores al articular consensos donde otros veían fracturas. Fue un actor clave en las negociaciones, defendiendo la unidad y contribuyendo al nacimiento de una propuesta electoral conjunta con posibilidades reales de éxito en varios niveles.

Pero su accionar no se limitó a lo político-electoral. En la campaña por la senaduría del Distrito Nacional, Héctor Guzmán asumió también causas sociales y culturales. Una de ellas fue la defensa de los residentes de la Zona Colonial ante un plan que pretendía desalojar propietarios de viviendas para dar paso a un supuesto proyecto turístico, que en los hechos ponía en riesgo la condición de patrimonio de la humanidad de ese sector histórico. Gracias a su diligencia, ese intento fue detenido, generando un profundo respeto y gratitud entre los afectados.

Guzmán logró que las principales organizaciones de comerciantes, líderes religiosos, actores sociales y unas 13 juntas de vecinos de la zona y barrios aledaños respaldaran la candidatura de Omar Fernández. Estos sectores, preocupados por temas como la seguridad, el desarrollo urbano y la preservación del centro histórico, encontraron en Guzmán un interlocutor honesto, dispuesto a escuchar y actuar.

En los círculos de la Fuerza del Pueblo se comenta que parte del éxito político de Omar Fernández se debe a las lecciones aprendidas de Héctor Guzmán, quien le enseñó a estar cerca de la gente, a escuchar a los sectores organizados y a construir soluciones desde el diálogo. Guzmán no solo fue un aliado electoral, fue también un mentor silencioso que apostó a la renovación sin renunciar a su compromiso con las causas justas.

Héctor Guzmán ha demostrado que en política no siempre gana el que más grita, sino quien mejor escucha, negocia y construye. Y en ese arte, él sigue siendo un maestro.

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