
Los líderes deben ser refugios, no verdugos: “La confianza es un tesoro que se guarda con celo”, afirmó la predicadora
Ciudad de New York – La evangelista Nelly Tavarez estremeció nuevamente los corazones de miles de creyentes en su más reciente entrega del programa «Devocionales», transmitido por el canal Semillas de Fe, Facebook y YouTube, con un poderoso mensaje centrado en la ética ministerial, la protección de la confianza y la importancia de la familia en el liderazgo cristiano.
“Tu primer ministerio es tu familia”, recalcó Tavarez, advirtiendo a los líderes que no deben sacrificar su hogar por el servicio. “Cuando ganas en una área pero pierdes en otra, tu liderazgo está incompleto”, expresó con firmeza.
Uno de los puntos más fuertes del mensaje fue la denuncia de errores comunes dentro de la iglesia que, según ella, han sido normalizados pero siguen causando profundas heridas en las personas. Destacó entre ellos:
Divulgar secretos confiados
Tavarez compartió casos reales y conmovedores de personas que, al confiar detalles íntimos a líderes, luego vieron sus vidas expuestas bajo pretextos como “orar por ellos”. “Lo que te cuentan en secreto es sagrado para ellos y sagrado para Dios”, sentenció. Recordó que las palabras pueden destruir más que edificar: “Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, que descienden hasta lo más íntimo del ser” (Proverbios 18:8).
Usar el púlpito para atacar indirectamente
Con claridad profética, la evangelista condenó el uso del púlpito como arma de juicio y vergüenza. “El púlpito no es para tirar pullas. Es un lugar sagrado para edificar, no para exponer”. A través de ejemplos conmovedores como el de “María”, una joven madre que dejó la iglesia tras sentirse aludida en una prédica, Tavarez mostró el impacto que puede tener la falta de prudencia en el mensaje.
“Jesús nunca expuso públicamente para humillar”, recordó citando Juan 8:11, y llamó a los líderes a corregir siempre en privado, con amor y buscando la restauración.
El llamado final: ser líderes que construyen puentes
La prédica culminó con una pregunta desafiante: “¿Serás un líder que construye puentes de confianza o uno que los destruye con palabras mal manejadas?”
Tavarez animó a todos los ministros a convertirse en refugios seguros, con oídos atentos y bocas que sanan. “Guarde ese secreto como si de ello dependiera su alma, porque en muchos casos, depende”, concluyó.