Por Orlando Pimentel.-
Los oyentes aún no se reponen de lo vivido. Lo que ocurrió esta noche no fue una simple transmisión: fue un terremoto espiritual, una confrontación directa entre el alma y su propósito.
Ciudad de New york— Esta noche, la emisora “Semillas de Fe”, conocida como un oasis para el crecimiento espiritual, vibró con una de las predicaciones más poderosas jamás escuchadas en su programación. La evangelista Nelly Tavarez trajo fuego del cielo con el mensaje titulado “Del Anonimato al Trono”, un tema que, desde su introducción, estremeció corazones, avivó espíritus y sacudió conciencias dormidas.
“No fue un sermón común, fue una cirugía del alma. Dios habló, confrontó y despertó”, afirman oyentes impactados.
“Estamos trabajando con uno de los temas más alentadores y motivadores”, dijo Tavarez al iniciar, marcando el tono de una noche que sería inolvidable. A través de siete pasos que revelan el camino del propósito divino, la evangelista desmenuzó la historia de Jacob y su transformación espiritual, comparándola con la lucha que muchos viven hoy: una vida sin dirección, sin identidad, sin propósito.
«Dios va a luchar contigo para que despiertes», proclamó con autoridad. “Te han subestimado, pero cuando Dios termine contigo, estarás comiendo en su mesa.”
El mensaje, cargado de verdad cruda, confrontación y esperanza, no escatimó en profundidad. Nelly declaró que muchos están viviendo como Jacob: manipulables, sin rumbo, atrapados en excusas, repitiendo fracasos… sin darse cuenta de que Dios ya les echó el ojo.
“Dios no llegó a consolarlo. Llegó a confrontarlo. Porque el que realmente te ama, no te deja igual.”
Una tras otra, las frases de impacto rompieron el silencio de muchos corazones: “Deja de brincar de trabajo en trabajo, de relación en relación. Echa raíces.”
“Te lo vas a perder todo si no cambias.” “¿Cuántas excusas más vas a fabricar antes de asumir quién debes ser?” El Espíritu habló alto y claro. Y el eco aún resuena.
“Dios no se está rindiendo contigo. Pero va a hacer lo que tenga que hacer, aunque te quedes solo. Porque le importas. Y porque no estás viviendo tu verdadera identidad.”
En la recta final, entre lágrimas, gritos de Aleluya y un silencio reverente, Nelly recitó Apocalipsis 3:2-3: “Ponte en vela y afirma lo que te queda. Acuérdate de lo que has recibido y oído. Guárdalo y arrepiéntete.”
«Del Anonimato al Trono» no es solo una predicación. Es un llamado urgente. Una trompeta que anuncia que todavía hay tiempo. Pero no para seguir igual. Y tú, lector, ¿vas a seguir postergando tu destino?
