Como dice el refrán popular: «No todas las mujeres se enamoran ni todo el dinero se coge»

Así mismo, no a todos los políticos se les puede ganar en base a papeletas o haciéndoles trampa, porque ¿y después?

Por José Núñez.                            

      

Ciertamente, como bien dice el extenso título de este artículo, hay muchas cosas que no se deben hacer en base al dinero ni aprovechándose de algunas situaciones, o sea, que aquí se derrumba el argumento que plantean muchos, de que el dinero lo puede todo, y realmente, aparentemente tiene la capacidad de poderlo todo.

Aunque las advertencias de que no siempre se debe ni se puede obtener todo en base al dinero, viene al caso, porque hay cosas que cuando se ejecutan a fuerza de papeletas, violando ciertas reglas, normas o procedimientos, ya sea a personas o, a instituciones, las consecuencias negativas se pagan más temprano que tarde, y algunas veces, ipso facto.

De ahí, es que en el terreno de las competencias políticas, se debe tener un cuidado supremo en hacerles fraudes por cualquiera de las formas, en el caso de algunos líderes o dirigentes políticos de cierto nivel y prestigio ganados en buena lid en la sociedad y también a nivel internacional.

Un ejemplo que ilustra a la perfección lo descripto precedentemente, fue lo que aconteció en las elecciones generales del año 1994, cuando polarizaron fuerzas los doctores Joaquín Balaguer por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y José Francisco Peña Gómez  por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

En este escenario, la Junta Central Electoral (JCE) declaró como ganadores al doctor Balaguer y al PRSC, en contra de Peña Gómez y el PRD, donde éste último declaró y demostró con los documentos de las mesas electorales en las manos, que su derrota fue producto del fraude colosal que le habían hecho.

Lógicamente, los seguidores del doctor Balaguer y la propia JCE, se defendieron y alegaron que no se había hecho ningún fraude, que eran los pataleos típicos de los derrotados, y que es una cultura de los políticos dominicanos cuando pierden, no admitir sus derrotas.

Y como se venía de un precedente parecido y reciente (el del año 1990), aunque éste del 1994 fue de mayores dimensiones y por supuesto, más vulgar, se pensaba que todo iba a quedarse igual, que se volvía a repetir la historia, esta vez, con el PRD y el mismo beneficiado, el PRSC.

Pero los resultados están ahí, los reformistas y el líder de ellos, Joaquín Balaguer, fueron obligados a reducir en dos años el mandado, y éste que iba a concluir en el 1998, tubieron que interrumpirlo en el 1996.

Es cierto que actuaron fuerzas extrajeras para forzar al doctor Balaguer a aceptar que hizo el fraude y posteriormente salir del gobierno, ya que fueron las presiones de los Estados Unidos como casi siempre, que garantizaron la salida en paz de los reformistas.

Aunque un elemento fundamental en ese contexto, fue la figura principalmente de Peña Gómez, un líder internacional de dimensiones bien arraigadas y en el plano local, su prestigio y liderazgo carismático estaban más que bien, excelentes.

He aquí una muestra de que el dinero y el fraude, en vez de ser las vías para alcanzar o quedarse con un objetivo, pueden convertirse con relativa facilidad en la desgracia de un político o grupo de políticos, quedándoles una mancha negativa indeleble.

Este es un caso que puede servir de advertencia en la actual coyuntura electoral a los peledeístas, donde a la vista y por mucho, existe un precandidato que les lleva las millas a todos los demás en esa organización, aunque soplan brisas que soportadas en el poder del erario, lo están enfrentando, pero es qué en buena lid no pueden, ¿y entonces?

Debemos puntualizar, que es un derecho enfrentarse políticamente con quien sea a lo interno de una organización democrática, especialmente si la Constitución y las normas internas de ese partido se los permiten.

Pero se debe tener la conciencia, que cuando al que se enfrenta electoralmente está muy distante de sus competidores, llevando una delantera muy cómoda, duplicándolos y triplicándolos, y es el líder del Partido, con más popularidad, liderazgo, prestigio que sus adversarios y que además, es una figura de renombre internacional, cuidadito con creerse que Don dinero puede hacer más allá de muchas bullas.

Lo que sí podrían hacer los recursos financieros, máximamente si sus orígenes son del erario,  es literalmente, estafarle entre 10 ó 15 puntos porcentuales de las votaciones a un precandidato con este perfil, tal cual es el de Leonel Fernández, por ejemplo.

Todo lo expuesto en el párrafo anterior, sólo se puede pensar, soñar y aplicar, por los niveles de pobreza imperante en el país y donde existe un clientelismo muy patético a todos los niveles.

Es que existen personalidades que no se les debe ni puede intentar hacer «capú no te abaje», a menos que usted no quiera sufrir una de las consecuencias políticas y sociales adversas, tanto  a nivel  nacional como internacional.

Y para ser más preciso, más claro y contundente, cuidadito con intentar hacer cosas indebidas en los tiempos donde las encuestas son más precisas que las horas de los relojes, y si son varias encuestas las que coinciden en el mismo resultado, ya el cuento está delatado en su resultado final ante de terminar el relato.

Por lo tanto, cuidadito «Compai Juan», aquí Don dinero no debe y mucho menos puede tener cabida más allá de exhibirse pomposamente en la propaganda, pero no para comprar adeptos en el PLD y los simpatizantes de su líder, de Leonel, definitivamente noooo, digo si es que quieren llevar y terminar la fiesta en paz.

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